El presidente López Obrador se muestra totalmente perplejo ante las acusaciones de violencia política de género. ¡Claro, cómo podría él, un ser tan inocente, haber cometido semejante falta! Pide a las autoridades que le expliquen qué hizo mal, aunque él mismo repite las acusaciones una y otra vez. Sin embargo, no hay que preocuparse, ya que según él, nunca ofendería a nadie, ¡mucho menos a las mujeres! Ah, la ironía de la política y sus misterios sin resolver.
El mandatario mexicano expresó su asombro por la denuncia de violencia política de género presentada en su contra. Con su inconfundible tono conciliador, AMLO aseguró que lo único que busca es que le aclaren en qué momento pudo haber cometido tal infracción, porque, según él, sus palabras solo fueron un sincero recordatorio de los millonarios contratos recibidos por la aspirante presidencial Xóchitl Gálvez durante su paso por distintos cargos políticos.
El presidente se defiende con valentía, afirmando que no ofende a nadie, especialmente a las mujeres, y que sus comentarios son simplemente una muestra de preocupación por el bienestar de la sociedad. Por supuesto, todo esto está enmarcado en un ambiente de transparencia y honestidad que caracteriza a su gobierno, porque todos sabemos que las figuras políticas nunca tienen agendas personales.
