En una conferencia matutina, el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, nos deleitó con una dosis de optimismo desmesurado al resaltar la importancia del proceso de transformación que, según él, está catapultando al país hacia un futuro prometedor. ¡Oh, sí, claro! Resulta que el esfuerzo infatigable del pueblo mexicano y la riqueza cultural son las claves mágicas que han superado todas las adversidades, desde pandemias hasta terremotos, y ni hablar de la corrupción. ¡Es increíble cómo un proceso de transformación puede resolverlo todo!
Pero eso no es todo, porque según López Obrador, México está escalando posiciones en el podio de los países más importantes del mundo. ¡Bravo! Próximamente, veremos a México en el top 10 de las naciones más fuertes económicamente. Supongo que estas proyecciones y pronósticos tan precisos no pueden fallar, ¿verdad?
Ah, y no podemos olvidar las ventajas comparativas de México para la inversión y los negocios lícitos. Según el presidente, el país es irresistible para los inversionistas extranjeros, gracias a su estabilidad financiera y económica. Seguro que todos están ansiosos por aprovechar esas oportunidades únicas que ofrece México. ¿Quién necesita certezas y garantías cuando puedes invertir en un país con una corrupción históricamente arraigada?