En su hilarante conferencia matutina, el presidente López Obrador nos sorprende con la noticia de que su Gobierno tenía grandes planes de adquirir Banamex, pero oh, el tiempo, ese enemigo implacable, no lo permitió. ¿Quién diría que el proceso de compra de un banco tomaría más de unos minutos en una fila del supermercado? Una lástima, porque querían un banco para manejar todos los fondos y ahorrarse esas terribles comisiones que tanto duelen en los bolsillos del Gobierno.
Pero no hay que preocuparse, el presidente es todo un visionario y deja claro que, aunque su Gobierno no pudo hacerlo, uno futuro podría ser el dueño orgulloso de Banamex. ¿Qué es un año en el maravilloso mundo de las finanzas? Aunque, claro, eso traería consigo preguntas incómodas y críticas del modelo neoliberal, ese que dice que el Gobierno no debe entrometerse en asuntos de desarrollo y esas cosas aburridas.
Finalmente, nos enteramos de que Banamex eligió otro camino para su venta, porque, quién sabe, tal vez prefirieron venderlo en la Bolsa en lugar de dejarlo en manos del Gobierno.