El presidente López Obrador ha demostrado una vez más su habilidad para minimizar la situación de violencia en Chiapas, ¡qué talento! A pesar de las advertencias de organizaciones y activistas sobre un "escenario de guerra", él lo considera simplemente "exagerado". Según su brillante lógica, todo se debe a los "conservadores y sus medios" que se empeñan en enfocarse en la violencia. Claro, porque no hay nada que preocuparse, no existe un descontrol de la violencia en Chiapas, ¿qué podría salir mal?
Sin embargo, esos molestos activistas y organizaciones insisten en señalar un conflictito armado en Chiapas, con homicidios y desapariciones. Parece que ellos no entienden que la impunidad y la inacción gubernamental son solo pequeños detalles sin importancia. ¡Qué tontería mencionar los grupos paramilitares y el tráfico ilegal en la región! El Gobierno, por supuesto, niega todos estos problemas, pero esos aguafiestas activistas insisten en que Chiapas enfrenta una "situación de guerra" que amenaza la vida y seguridad de la población. ¡Qué exagerados! Seguramente todo está bajo control en un mundo de fantasía donde no existen los problemas.